PRIMERA PARTE
Guía integral sobre el proceso de discapacidad del Seguro Social
¿Cuál es la diferencia entre la jubilación del Seguro Social y la discapacidad del Seguro Social? ¿Para qué existe cada una de ellas?
Cuando trabajas y obtienes ingresos, contribuyes con el Sistema del Seguro Social. Este dinero que pagas al Seguro Social no está reservado para ti; la Administración del Seguro Social (SSA) le paga ese dinero a los beneficiarios actuales. Lo que tú recibes en retorno son ‘créditos de trabajo’. Cuando te jubilas o te vuelves incapacitado para trabajar debido a la discapacidad, tú o tu familia inmediata pueden recibir beneficios mensuales basados en los ingresos reportados o créditos de trabajo.
Puedes empezar a recibir tus beneficios a la edad oficial de jubilación, 66 años, o puedes solicitar una jubilación adelantada a los 62 años. Si cobras los beneficios antes de la edad oficial de jubilación, recibes un monto menor, y nunca podrás recuperar el monto total.
Las personas que no pueden trabajar debido a la discapacidad y que todavía no están en edad de jubilarse deben presentar una aplicación para discapacidad y evidencias para demostrar que están discapacitados. Ellos también pueden recibir Medicare a cualquier edad después de que han sido declarados discapacitados por dos años. La SSA administra estos beneficios a través del programa de discapacidad del Seguro Social enviando pagos mensuales de discapacidad a personas que ya no pueden trabajar debido a minusvalías mentales o físicas.
Qué necesitas saber sobre el programa de discapacidad del Seguro Social
El simple hecho de ser diagnosticado con una enfermedad física o mental no significa que recibirás los beneficios inmediatamente. Debes cumplir con ciertos criterios de elegibilidad o tu condición debe limitar significativamente tu capacidad de realizar tus actividades diarias.
En otras palabras, aunque tu médico te diagnostique o etiquete con una enfermedad grave, todavía tienes que dar unos pasos adicionales para obtener esos beneficios. Debes cumplir con la elegibilidad financiera para SSI (también conocida como requisitos técnicos) y los requisitos médicos para SSI y SSD.
Requisitos de elegibilidad financiera para SSD y SSI
Tu SSD depende de tu estatus de asegurado con la SSA. Tu estatus de asegurado se determina con tus ingresos pasados. Esto incluye el número total de trimestres que trabajaste y contribuiste con el Seguro Social, incluyendo el número de trimestres que trabajaste en los años anteriores al inicio de tu discapacidad. La fecha en la que dejaste de trabajar tiempo completo define el comienzo o fecha de inicio de tu solicitud de discapacidad.
En general, para calificar una persona debe haber trabajado al menos veinte de los cuarenta trimestres anteriores a la fecha en la que su discapacidad le haya obligado a parar de trabajar. Sin embargo, trabajadores más jóvenes pueden adquirir el estatus de asegurados con menos créditos. Una vez que una persona deja un trabajo, él/ella tiene generalmente una ventana de cinco años antes de perder el estatus de asegurado para SSD–a esto se le llama “Última fecha de asegurado” (“DLI”). Una persona discapacitada igualmente puede aplicar aunque la DLI haya pasado, pero para ser técnicamente elegible, él o ella debe probar que la discapacidad sucedió en un punto anterior a esa última fecha de asegurado.
Requisitos médicos
Para SSD y SSI, la definición de discapacidad es una severa minusvalía física o mental o una combinación de ambas que haya durado doce meses o más (o que se espera que dure doce meses o más) que impide a la persona realizar una actividad sustancial y lucrativa.
“Una actividad sustancial y lucrativa” (“SGA”) es “un trabajo que implica la realización considerable y productiva de tareas físicas o mentales para recibir un pago o lucro”.
“Un trabajo remunerado” es aquel que se hace usualmente para recibir un pago o lucro, independientemente de que ocurra el lucro o no. En general, si tú sigues percibiendo ingresos de un empleador o como empleado independiente, por arriba del monto que aparece en las regulaciones, se presumirá que tienes la capacidad de tener un trabajo remunerado.
Típicamente, un trabajo remunerado se determina por las horas trabajadas y el monto mensual de los ingresos percibidos. Los trabajos que tengan más horas que los de medio tiempo, pueden ser considerados trabajos remunerados. Además, el monto establecido que califica como trabajo remunerado es ajustado cada año para tomar en cuenta la inflación. A los solicitantes que cumplen con la definición de ceguera se les permite ganar más, e igualmente son considerados discapacitados.
Lo que necesitas saber – Un resumen sencillo
Hemos cubierto mucha información, así que hagamos una revisión rápida para que entiendas de forma muy clara todo lo que implica este proceso.
Cuando trabajas, la Administración del Seguro Social toma parte de tus ganancias y las pone en su fondo con el compromiso de que el dinero estará allí después para cuando te retires. Usualmente, las personas reciben el beneficio del Seguro Social cuando se jubilan, ya sea que decidieron solicitar una jubilación temprana o decidieron retirarse después con los beneficios completos. Si tú estás discapacitado, tu historial laboral te da derecho a recibir los beneficios. Debes llenar una aplicación y proporcionar documentos adicionales y registros médicos con el fin de probar que ya no estás en capacidad de trabajar y que mereces recibir los beneficios.
Un abogado experimentado y conocedor de la materia te puede ayudar y ofrecer consejos muy necesarios durante este proceso, lo que podría marcar toda la diferencia en tu caso.
La SSA calcula los montos de los beneficios con una fórmula específica. Cuando una persona trabaja, él o ella añade créditos cada trimestre haciendo pagos al fondo. Usualmente una persona necesita trabajar al menos 20 de los pasados 40 trimestres, o alrededor de cinco de los diez años anteriores al inicio de la discapacidad, para calificar para los beneficios de discapacidad. La Administración del Seguro Social utiliza un cálculo distinto para trabajadores más jóvenes menores de 31 años, que no hayan sido parte de la fuerza laboral por 10 años. Cuando una persona deja su trabajo, no pierde automáticamente su seguro de discapacidad del seguro social, sino que tiene una ventana de cinco años hasta la “Última fecha de asegurado” (DLI).
Los cinco tipos de beneficios de discapacidad del Seguro Social
Cuando escuchas el término “discapacidad del Seguro Social,” SSD, es posible que pienses en un solo tipo de beneficio. Sin embargo, el gobierno federal ofrece cinco tipos distintos de beneficios de SSD para aquellos que son elegibles.
1) Beneficios del seguro de discapacidad
La gente usualmente se refiere a estos beneficios cuando hablan de recibir SSD. Por lo general, el trabajador discapacitado trabajó cinco de los diez años anteriores y calificó bajo los estrictos requisitos de la Administración del Seguro Social.
2) Beneficios de viudez para hombres y mujeres discapacitados
Tú puedes calificar para estos beneficios si tu esposo o esposa ha fallecido, tienes al menos 50 años y también estás discapacitado. Tu pareja debe haber trabajado y contribuido con el Seguro Social. Eres elegible para estos beneficios a los 60 años de edad sin ser discapacitado, pero el monto que recibirás a los 60 años será menor porque estás por debajo de tu edad oficial de jubilación.
3) Beneficios de hijos adultos discapacitados
Un hijo adulto podría recibir beneficios por cuenta de un padre si ese padre ha fallecido o está recibiendo beneficios de discapacidad o jubilación. Es necesario que la discapacidad sea diagnosticada antes de que el joven adulto cumpla los 22 años de edad.
Para esos beneficios, el gobierno no considera las finanzas de la persona, sino solamente los registros de ingresos que aparecen en el Seguro Social. Sin embargo, la Administración del Seguro Social basa los beneficios SSI en las finanzas de la persona.
4) Beneficios de Ingreso Suplementario de Seguridad (SSI)
Una persona discapacitada con recursos financieros limitados podría calificar para estos beneficios, aunque él o ella nunca haya trabajado. Usualmente, las personas que califican para SSI reciben otros tipos de ayuda por parte del gobierno, como vales de alimentación y seguro médico.
5) Beneficios SSI para niños discapacitados
De manera similar, el hijo discapacitado y dependiente de una familia de pocos recursos podría calificar también para los beneficios SSI de niños discapacitados.
Los requisitos médicos para ambos programas son exactamente los mismos, (aunque los requisitos financieros para el SSDI y el SSI son distintos). La SSA define la discapacidad de la misma manera en ambos programas.
El bajo umbral financiero para calificar para SSI significa que estos beneficios dependen de los ingresos de la persona. Adicionalmente a los ingresos máximos, el individuo no puede tener más de $2.000 en activos líquidos si es soltero, o más de $3.000 en activos si es casado. El valor de la casa que están comprando o del automóvil que usan para ir al médico no cuenta. Sin embargo, si el ingreso del hogar aumenta, el monto del beneficio de SSI disminuye. El gobierno usualmente proporciona un Ajuste por Costo de la Vida, para que los ingresos máximos cambien en consonancia.
Cómo decide la SSA sobre los casos de discapacidad
Seamos honestos; la SSA es una inmensa agencia federal llena de burocracia y papeleo. Como tal, debe tener un sistema muy específico para determinar la discapacidad. Una vez que tú haces tu parte de llenar tu aplicación, todavía tienes que esperar que la agencia procese tu solicitud. La SSA realizará un “proceso de evaluación secuencial de cinco pasos” y revisará cada caso antes de tomar una decisión.
Desafortunadamente, a pesar de usar el mismo procedimiento para cada caso, con frecuencia la SSA no es consistente en la toma de decisiones. Un adjudicador y juez administrativo (ALJ) pueden llegar a conclusiones muy distintas incluso cuando los casos son muy similares.
La mejor estrategia que puedes utilizar para lidiar con esto es organizar muy bien todos tus papeles y presentar una documentación clara sobre tu discapacidad. Las oficinas con personal insuficiente o con trabajadores sobrecargados generan aún más retrasos y demoras en las aprobaciones. Enfócate en los problemas y presenta evidencia sólida para respaldar tu caso.
El proceso paso a paso
Por dónde empezar
No necesitas pagar para presentar una solicitud de SSD para ti o para un ser querido. Sin embargo, si no le haces seguimiento, podrías ser penalizado. Puedes aplicar por los beneficios SSDI de las siguientes maneras:
- Por teléfono – Llama al 800-772-1213.
- En línea – Ingresa en el siguiente enlace: ssa.gov/applyfordisability.
- En persona – Encuentra la ubicación de la oficina del Seguro Social más cercana a tu residencia
Aunque puedes utilizar el método que sea más cómodo para ti, aplicar en línea podría tener algunas ventajas, incluyendo un procesamiento y decisión más rápidos. Los otros métodos toman más tiempo porque la información es ingresada al sistema de forma manual. Debido a las reducciones de personal y a la acumulación de casos, los sobrecargados trabajadores podrían cometer un error cuando ingresen tus datos. Recuerda, si aplicas en persona, generalmente hay alguien allí para ayudarte en caso de que no hables mucho inglés. La persona que te ayudará a llenar la aplicación se dará cuenta si usas un bastón, si pareces tener mucho dolor, o si tienes un brazo enyesado o un soporte ortopédico en tu espalda. También notará si pareces estar en buena salud y tener la capacidad de trabajar. Ellos se fijarán si eres muy delgado o muy gordo, si tienes buena memoria, si necesitas que alguien esté contigo, y si luces discapacitado.
Después de llenar la aplicación, usualmente será aceptada por el sistema, pero algunas veces el sistema rechaza aplicaciones. Si el sistema no acepta tu aplicación debido a problemas técnicos, te advertirá que tu aplicación no fue procesada y te pedirá que llames por teléfono o apliques en persona.
Una vez que completes la aplicación, deberías recibir un aviso por escrito en el correo postal en el plazo de dos a tres semanas, indicando que tu aplicación está pendiente. Puedes comunicarte con la SSA al teléfono 800-772-1213 si no recibes este aviso de confirmación. Generalmente, si tienes un abogado que te está ayudando, el bufete del abogado se encargará de llenar la aplicación.
Si no te sientes cómodo utilizando un computador, o si tu aplicación electrónica es rechazada, llama a la SSA a través del número de teléfono publicado arriba, para aplicar. Lo más probable es que tengas que esperar menos si llamas durante la semana, y evitas los días lunes y viernes que son los más ocupados. Algunas veces, es simplemente más fácil tener un abogado especializado en discapacidad del seguro social que haga la aplicación por ti, o hacerla tú en persona. Tu abogado y tú firmarán un formulario que le indicará al seguro social que él te está representando. Después de que le das esa carta al seguro social, el abogado recibirá una copia de cada carta que el seguro social te envíe y presentará las apelaciones apropiadas en caso de que recibas una carta de negación.
Si intentas presentar la aplicación tú mismo, en el teléfono, escucha el menú y espera pacientemente hasta que escuches la indicación de presionar “1” o “2” o el botón que aplique, y a continuación estarás conectado con un operador en vivo. Él o ella te solicitará la siguiente información:
- Tu nombre legal tal como aparece en tu tarjeta del Seguro Social y tu estatus migratorio, ciudadano o residente.
- Tu fecha de nacimiento,
- La fecha de inicio de la discapacidad o la fecha en la que paraste de trabajar tiempo completo,
- El nombre de soltera de tu madre, para ayudar a mantener seguros tus registros
Describe tu condición de salud al empleado de la SSA y aplica para ambos beneficios, tanto SSDI como SSI. Él o ella te preguntará si estás trabajando actualmente; asegúrate de responder “no”.
Si decides aplicar en persona, ve un día a mitad de semana, y llega a la hora en que abran las puertas para reducir tu tiempo de espera. Para acelerar más el proceso, asegúrate de tener toda la información listada arriba, incluyendo tu nombre, fecha de nacimiento, nombre de soltera de la madre, la fecha de inicio de la discapacidad, llamada “Fecha Presunta del Inicio” (AOD) y detalles médicos sobre el motivo por el cual estás solicitando la discapacidad. Dile al empleado que actualmente no estás trabajando y que deseas aplicar por los beneficios de SSDI y de SSI.
En el plazo de siete a diez días hábiles, debes recibir una carta del seguro social indicando que tu aplicación está siendo procesada. Si no recibes la carta, puede que la SSA haya perdido la solicitud, aunque es algo poco común. Si no recibes la carta en tres semanas, ve a la oficina del seguro social y pregunta sobre el estatus de tu aplicación. Si tienes un abogado con experiencia en solicitudes del seguro social, pídele que solicite el estatus de tu aplicación.
Si tu caso es negado, y todavía no estás en capacidad de trabajar, deberías apelar. Tienes 65 días a partir de la fecha de la carta de negación para presentar tu apelación. Si tienes un abogado con experiencia en casos del seguro social, él o ella obtendrá una copia de esa carta de negación y te ayudará a llenar la apelación dentro del tiempo permitido. Esta apelación es llamada una solicitud de reconsideración. No podrás recibir beneficios a menos que apeles antes de los 65 días a partir de la fecha de tu negación. Consulta con tu abogado antes de abandonar tu solicitud.
Viendo la discapacidad a través de los ojos de la SSA
La SSA ve tu discapacidad a la luz de cómo afecta tu capacidad para trabajar. Aunque la información médica es importante, tu caso necesita información adicional para ser aprobado. Por supuesto, si no puedes levantarte de la cama debido a tu evidente deterioro, es probable que ganes el caso solamente con tus problemas médicos.
Sin embargo, en la mayoría de los casos la decisión depende de si eres capaz o no de realizar las funciones de un trabajo básico o sentarte en un escritorio por ocho horas al día. Podrías no estar en capacidad de cumplir con las funciones de tu trabajo pasado o cualquier otro que hayas realizado en los 15 años anteriores, debido a lo siguiente:
- Faltas a días de trabajo debido a tu condición
- Tomar demasiados recesos
- Incapacidad para concentrarte o prestar atención
- Incapacidad para permanecer sentado o parado el tiempo suficiente para cumplir con las funciones de tu trabajo
- Incapacidad para interactuar con los demás de manera apropiada, o
- Trabajar demasiado lento
Si tú o tu abogado pueden demostrar que tienes dificultades con cualquiera de estos factores, es probable que ganes tu caso. Las personas que toman la decisión de los casos, sea alguien que solo ve los documentos de tu caso o un juez administrativo que te ve en el tribunal o a través de una pantalla de video, necesitan ver que no puedes cumplir con las funciones más básicas de un trabajo sencillo. La clave para ganar tu caso es demostrar esto claramente con documentación verificable. La SSA necesita más que tu palabra para decidir.
Puntos clave en la documentación de tu caso
- Tratamiento consistente y a largo plazo indicando el momento en que tu condición se volvió tan severa que te impidió seguir trabajando.
- Registros médicos recientes y actualizados
- Síntomas difíciles o efectos secundarios negativos de los medicamentos
- Notas de tu médico declarando que no puedes trabajar debido a tus limitantes para cumplir con ciertas funciones, como levantar más de 10 o 20 libras o estar parado por más de 2 o 3 horas en un día laboral de 8 horas, y
- Prueba de tus esfuerzos para mejorar tu salud, de que eres sincero en tu creencia de que estás discapacitado y de que no estás intentando manipular el sistema.
- Tu doctor podría no notar qué tratamiento no está funcionando. Tu abogado puede proporcionarle una lista de comprobación que muestre la capacidad funcional que todavía tienes. Tu médico puede llenar este formulario, que tú o tu abogado presentarán ante la SSA para probar tus alegatos. El formulario pide información básica, como tus limitaciones, tipos de medicamentos, nivel de dolor y pronóstico.
Cantidad de tiempo que debes trabajar para calificar para los beneficios de SSD
El Seguro Social considera los 15 años anteriores al inicio de tu discapacidad para determinar si calificas para los beneficios. La SSA requiere que hayas ganado una determinada cantidad de dinero cada trimestre por año por un mínimo de cinco años de los diez años pasados.
Si has trabajado por más de 10 años pero no has trabajado durante los 10 años pasados, no calificarás para los beneficios de discapacidad a menos que puedas demostrar que tu discapacidad empezó durante los primeros cinco años después de que dejaste de trabajar. Tal vez esa fue la razón por la que dejaste de trabajar en ese entonces, y simplemente no aplicaste para los beneficios de discapacidad de la SSA hasta ahora. Sin embargo, el mayor pago retroactivo que recibirás será el equivalente a un año antes de la fecha de aplicación. Aún puedes calificar para la jubilación del Seguro Social.
Cuando alguien abandona la fuerza de trabajo para criar a sus hijos, él o ella podría volverse discapacitado después, lo que significa que no calificará debido a que no cumple con el periodo de los 10 años. Sin embargo, un abogado podría encontrar una opción para ellos, presentando una solicitud de SSI o solicitando beneficios como viudo o viuda.
La SSA toma en cuenta tu historial laboral y tus ganancias totales durante tu historia completa de ingresos laborales cuando calcula cuánto recibirás en beneficios. Este monto cambia todos los años, pero el sitio web de la SSA tiene una tabla en la que publica los créditos de ingresos exigidos para cada año.
Qué esperar en una audiencia de discapacidad del Seguro Social
Testificando en tu audiencia de SSD
Mucha gente cree que una audiencia de SSD es igual que asistir a un tribunal, pero en realidad es una audiencia informal celebrada en una corte, en un edificio de oficinas. Tendrás que testificar en tu audiencia de SSD, y es posible que te sientas nervioso con toda razón. Mantén en mente que estas audiencias solo duran de 45 a 60 minutos, y que son menos estresantes que testificar en cualquier otro caso legal. El Juez te hará preguntas y luego tu abogado te preguntará; no habrá otros abogados presentes. El Juez podría solicitar información adicional, pero él o ella usualmente no intentará presionarte o hacerte trastabillar cuando respondas.
Si no entiendes mucho inglés o no te sientes cómodo hablando inglés, tu abogado se lo hará saber con anterioridad al juez, y se convocará a un intérprete para que te ayude en la audiencia. Es una buena idea llevar a un familiar o amigo que hable tu idioma tan bien como el inglés. Tu abogado podría necesitar los servicios de traducción de esa persona para discutir contigo cualquier punto de último minuto antes de que comience la audiencia.
Además, tú conoces muy bien el tema de la audiencia – es sobre ti y tus problemas médicos. Tu abogado se reunirá contigo antes para prepararte para el tribunal y practicar tu testimonio. Tú tomaste en cuenta la experiencia del abogado y la calidad de su equipo cuando lo contrataste. Permítele ayudarte tanto como sea posible en este momento. Tu abogado ha asistido a cientos de audiencias y sabe qué esperar. Si te preparas adecuadamente, te sentirás menos nervioso y es probable que obtengas un resultado más favorable.
El cronograma de tu caso
Aunque el siguiente cronograma no es exacto, funciona como una guía general para que la uses:
1. Decisión inicial
De tres a seis meses. Tienes 65 días después de la fecha de la negación inicial para apelar. Técnicamente esto significa interponer una solicitud de Reconsideración.
2. Solicitud de Reconsideración
De cinco a diez meses. Tienes 65 días después de la fecha de la negación de la reconsideración para apelar. Técnicamente, esto significa solicitar una audiencia.
3. Solicitar una audiencia
Se necesita alrededor de 1 año desde la solicitud de la audiencia para obtener la cita. La audiencia será programada con al menos un mes de antelación.
4. Decisión dictada
Algunas veces, el Juez te dirá en la audiencia si él o ella va a otorgar los beneficios. Otras veces, el Juez no ha decidido todavía, y no dirá nada sobre la decisión. En cualquiera de los dos casos, ganes o pierdas, se necesitan alrededor de dos meses para recibir la decisión por escrito. Si es favorable, se necesitan de 4 a 6 semanas adicionales para que recibas el aviso de la adjudicación y el beneficio del pago retroactivo. Después de eso, los pagos son hechos mensualmente. Deberías tener una cuenta bancaria, para que la SSA deposite el dinero directamente en tu cuenta.
Si tu condición es lo suficientemente grave, la Lista de Asignaciones Compasivas nombra algunas discapacidades que pueden acelerar el proceso de aprobación. Tu abogado puede ofrecerte más información sobre esto.
Después de que la SSA recibe tu aplicación, podría enviarte por correo postal un formulario con respecto a tu historial laboral de los pasados 15 años. Si tienes un abogado, deberías reunirte con él o con su equipo para llenarlo. Debes enviar de vuelta cualquier documento tan pronto como sea posible, para que no recibas una negación por haber incumplido un plazo límite de entrega. De nuevo, tu abogado puede ayudarte con este proceso. La SSA también podría programar un examen con un doctor o psicólogo para tener una mejor compresión de tu caso.
Después de una negación, puedes presentar una Solicitud de Reconsideración a través del sitio web de la SSA o en persona en tu oficina del Seguro Social local. El bufete de tu abogado puede hacerlo por ti. Si tu caso es negado de nuevo, tienes 65 días adicionales para presentar una Solicitud de Audiencia ante un Juez del Seguro Social, o ALJ por sus siglas en inglés. El ALJ considera lo siguiente para tomar una decisión:
- Tu historial médico
- Tu testimonio en el caso y
- Los argumentos de tu abogado.
Si tu solicitud es presentada ante un ALJ, él o ella te dirá que puedes tener a un abogado presente. La SSA no proporciona el servicio de abogados. Si contratas a alguien desde el principio de tu caso, entenderás mejor el sistema y le darás a tu abogado más tiempo para conocerte y estudiar los detalles de tu caso.
Estas audiencias son mucho menos formales que las de un tribunal tradicional. No se permite la entrada de público, y el tribunal es más flexible con las normas. La audiencia es grabada. Aparte de ti, del juez y de tu abogado, los únicos que estarán presentes son el secretario del juez y un experto vocacional. Uno o más expertos médicos pueden testificar en persona o por teléfono. Después de la audiencia, el juez dictará una decisión en un plazo de cuatro a seis semanas.
Aunque el juez niegue el caso, aún puedes presentar una apelación al Consejo de Apelaciones dentro de los 65 días posteriores a la decisión del juez. Incluye un resumen sobre por qué la decisión del juez debería ser revisada. El Consejo de Apelaciones puede revertir o mantener la decisión del ALJ.
Si todavía no estás satisfecho, puedes presentar una demanda legal federal en contra de la SSA.
La opinión de tu doctor sobre tu condición médica
La opinión de tu médico tratante es realmente importante en tu caso de discapacidad. Él o ella no tomará la decisión final sobre si se te considerará discapacitado o no. En vez de eso, el diagnóstico respaldará tu solicitud. Las notas que hace tu médico tratante en tu expediente médico son muy importantes. Tu doctor debería decir cómo estás limitado para ejecutar ciertas funciones, como levantar o cargar peso, estar parado, caminar, entre otras. Tu doctor debería decir cuál es tu problema médico y cómo causa tus limitaciones.
Una vez que presentas tu solicitud de SSD, un evaluador de discapacidad revisa tu caso en una oficina estatal. Él o ella revisa el expediente con otro médico y toma una decisión sobre tu caso. Sin embargo, deberías tener presente que la mayoría de los casos son negados inicialmente.
Después de una negación, presenta la “Solicitud de Reconsideración” con el formulario SSA-561. Debes presentar este formulario dentro los 65 días posteriores a la negación inicial. No uses como referencia la fecha en la que recibes el aviso por correo, sino la fecha que aparece en la decisión escrita.
Una vez que la SSA recibe la solicitud, un segundo evaluador de discapacidad revisará tu caso. Si él o ella también niega tu caso, puedes pedir una audiencia ante un juez. El juez examinará la evidencia y tomará una decisión separada basado en la audiencia y en la evidencia médica relacionada. Si recibiste una negación en los primeras dos instancias, tu solicitud podría ser finalmente aprobada aquí. Si recibiste una negación en la decisión inicial, la audiencia ante el juez es tu mejor oportunidad para ser aprobado.
El proceso completo de aprobación puede tomar desde seis meses a varios años, dependiendo de varios factores. No puedes hacer nada para acelerar el proceso. Sin embargo, un experimentado abogado especializado en SSD sabrá cómo presentar tu caso de la manera más favorable posible.
Resultados de cada etapa
En cada etapa, el agente decisor puede tomar una de tres posibles decisiones: una completamente favorable, una parcialmente favorable con una fecha de inicio de discapacidad posterior, o una desfavorable. Completamente favorable significa que la SSA está fallando a tu favor, y que te dará los beneficios y el pago retroactivo. Parcialmente favorable significa que calificas para los beneficios pero hay una fecha posterior de inicio de la discapacidad. Se te otorgarán los beneficios a partir de esa fecha. Tienes el derecho de apelar el caso y buscar una decisión completamente favorable. Una decisión desfavorable significa que tu caso fue negado, y que es probable que tengas que iniciar el proceso de apelación.
Experimentando la audiencia con el Juez
Muchas personas no se dan cuenta de que el proceso para recibir los beneficios de SSD incluye cinco pasos para determinar si califican o no. Una vez que el Juez responde “sí” a cualquier paso, la solicitud no va más allá.
1. Actividad sustancial y lucrativa (SGA) y Fecha presunta de inicio de discapacidad (AOD).
Si el aplicante ha trabajado desde la fecha en la que dijo que se volvió discapacitado, el proceso se detendrá. El Juez examinará tu historial laboral e ingresos. Aunque hayas tenido ingresos posteriores a la fecha presunta de inicio de discapacidad, aún podrías tener una explicación que los justifique, como un empleo de medio tiempo, pagos de discapacidad, tiempo de vacaciones o permisos no utilizados, ganancias 401(k) o por intentar trabajar después de la AOD. La SSA permite que los aplicantes intenten trabajar por un máximo de tres meses después de la AOD. Si tú no trabajaste por doce meses continuos o más, te recuperaste de tu discapacidad, y volviste a trabajar tiempo completo, podrías ser beneficiado con un “periodo de discapacidad cerrado”. Pídele a tu abogado que te explique esto. Si dejaste de trabajar por 12 meses continuos o más y se te consideró discapacitado, se permite un periodo de prueba para ver si estás en capacidad de regresar a trabajar. El periodo de prueba puede durar 9 meses mientras tus beneficios siguen. Esos beneficios pueden cesar después de esos 9 meses, si se hace evidente que podrás seguir trabajando tiempo completo.
2. El nivel de minusvalía.
Seguidamente, el Juez intentará determinar si tu minusvalía es severa, es decir, si tu capacidad para trabajar ha estado limitada por al menos un año, o si se espera que esté limitada por al menos un año. Por supuesto, para el momento en el que recibes la audiencia con el Juez, más de un año habrá pasado desde que llenaste la aplicación al principio del proceso. Tu abogado y tú deberán demostrar tu caso, usando la evidencia médica y tu testimonio. Mientras más pronto contrates un abogado, más pronto él o ella podrá ayudarte con el proceso. Recolectar y organizar toda la documentación puede ser estresante. Es posible que tu abogado te aconseje enfocarte en las partes más severas de tu discapacidad y en las cosas que ya no estás en capacidad de hacer.
3. Cumplimiento con los listados.
Seguidamente, el ALJ revisará el Listado de 14 condiciones junto a la severidad de la minusvalía. Esto implica un lenguaje muy específico y detallado, que puede ser difícil de entender o probar. Tu abogado puede explicarte los listados y cómo aplican en tu caso. Aunque tu condición no cumpla con los criterios mínimos del listado, un Juez puede decidir que estás discapacitado.
Luego, el Juez considerará tu RFC o Capacidad Residual para Trabajar. El Juez examinará tus minusvalías y tomará en cuenta toda la evidencia en tu caso, incluyendo el testimonio de familiares y amigos, tus actividades diarias, tus limitaciones y síntomas, y notas de tu médico tratante en tu expediente médico. Para ganar un caso usualmente se necesita una combinación de todo el material. El Juez considera el estado total de tu salud y no solo un punto del listado.
4. Calificando para la Capacidad Funcional Residual (RFC).
El Juez decidirá si tu capacidad funcional residual te permite realizar tu anterior trabajo o cualquier otro trabajo. Esto depende de lo que él o ella pueda hacer todavía. Tu abogado y tú tienen que probar tu caso. Un experto vocacional podría testificar sobre los requerimientos físicos y mentales de tus trabajos anteriores. Una vez que demuestres que no puedes trabajar, el ALJ decidirá si puedes realizar otros trabajos con tus condiciones físicas y mentales residuales.
5. Otras opciones posibles.
Finalmente, el Juez evaluará otros trabajos que podrías realizar. El Juez tomará en cuenta lo que todavía puedes hacer, tu edad, tu nivel educativo, e historial laboral. El Juez considerará el testimonio de un experto vocacional (VE). El Juez le hará una pregunta al VE. El VE responde qué puede hacer una persona como tú (basado en tu edad, educación y experiencia laboral pasada). ¿Puedes hacer lo que tu médico dijo que podías hacer? ¿Podrías cumplir con las funciones de tu anterior trabajo? Si no es así, ¿podrías desempeñarte en otros trabajos? El VE dará una lista con el número de referencia DOT y le dirá al Juez cuántos de esos trabajos existen en tu área y en el país. El Juez no tomará en cuenta si podrías ser contratado o si hay vacantes en tu área.
Para las personas mayores de 50 años, la SSA considerará la dificultad de hacer la transición a un nuevo trabajo. Después de que tu abogado hace su declaración final en la audiencia, el ALJ enviará la decisión.
Qué sucede después de que ganas tu caso
Aquí están las respuestas a varias preguntas frecuentes acerca del resultado final:
1. ¿Cuándo recibirás los beneficios?
Los beneficios generalmente empiezan alrededor de 100 días después del aviso de la decisión.
2. ¿Cuándo recibirás el pago retroactivo?
Puede tomar de seis a nueve meses, pero también puede llegar mucho más pronto. Sumas grandes pueden ser divididas en 2 o 3 pagos más pequeños. La SSA le pagará a tu abogado con parte de ese pago retroactivo. En casos de discapacidad de SSI o SSA, se le permite al abogado cobrar solo un ¼ de tus beneficios atrasados o 6.000 dólares, cualquiera sea menor.
3. ¿Y qué sucede con el seguro médico?
Calificas para Medicare dos años después de que empiezan tus pagos por discapacidad. Si se te otorgaron beneficios de SSI, recibirás Medicaid inmediatamente.
4. ¿Qué es una revisión anual?
La SSA puede realizar una revisión anual para evaluar tus problemas médicos y asegurarse de que todavía cumples con los criterios para SSD. Envía la información solicitada antes de la fecha límite, o perderás tus beneficios. Si recibes un aviso de que tus beneficios cesarán, y apelas dentro de los 10 días siguientes, tus beneficios continuarán hasta la próxima decisión. Puedes mantener tus beneficios hasta la siguiente decisión del Juez, si crees que sigues discapacitado.
5. ¿Puedes trabajar?
Como se dijo anteriormente, el SSD coloca ciertos límites a los ingresos que puedes tener cada mes. Si excedes esa cantidad, serás descalificado y es posible que tengas que devolver el dinero.
6. ¿Qué es un representante del beneficiario?
Existe la posibilidad de que no estés en capacidad de administrar el dinero que recibes, así que la SSA puede asignar una persona para ayudarte. Esto sucede generalmente en los siguientes casos:
- Aquellos con Alzheimer u otros tipos de enfermedades degenerativas
- Aquellos con trastornos mentales o
- Aquellos con antecedentes de abuso de sustancias
El representante del beneficiario vigila tu dinero y paga la renta, las facturas de los servicios, los alimentos y todas las necesidades. Esta persona debe demostrar que se está encargando de todas tus necesidades y que no está malgastando el dinero. Cerca de una de cada cinco personas dice que ellos no tienen a alguien para que administre su dinero. Algunos encuestados admiten ser paranoicos, mientras que otros no tienen familiares ni amigos que los ayuden. En esos casos, la SSA busca otras opciones para ayudar a los clientes.
7. ¿Alguna vez el Seguro Social paga en exceso?
Sí, en algunos casos. Puedes pedir que se te condone la deuda o que se te exonere de la recuperación del sobrepago. Adicionalmente, si recibes SSI, también debes reportar incrementos en los ingresos de todo el hogar. Por ejemplo, si tu esposo/a recibe un ascenso o tu hijo obtiene un aumento de sueldo, esto podría afectar tus beneficios. Sin embargo, si estás recibiendo SSD, el ingreso del hogar no importa — solo tus ingresos personales por trabajo son relevantes.
No ignores un aviso de sobrepago. Si el Seguro Social te envió por error un pago en exceso, más de lo que tú crees que te corresponde, repórtalo a la SSA. Y recuerda que tú eres responsable de reportar tus ingresos por trabajo a la SSA. Guarda todos los documentos importantes con el fin de proteger tu derechos.
8. ¿Qué hacer si recibes un aviso de sobrepago?
Tienes dos opciones. Podrías apelar el monto como un error de cálculo, o podrías pedir una exoneración. Una exoneración significa que admites que recibiste un sobrepago pero estás pidiendo que se te condone porque no tienes recursos para pagar la deuda. Necesitará de evidencia de soporte para respaldar tu alegato.
Estadísticas sobre compensaciones y negaciones en el SSD
Las solicitudes de SSD afectan a muchas más personas de las que pudieras pensar. En 2011, el número de trabajadores, viudos, viudas y niños discapacitados llegó a 9.8 millones. Cerca del 48 por ciento de los mismos son hombres o mujeres mayores de 55 años.
La información acerca de las aprobaciones iniciales de beneficios, negaciones y compensaciones atrasadas muestra tendencias interesantes. Por ejemplo, en 2001, cerca del 35 por ciento de los casos fueron aprobados en las solicitudes iniciales. Para 2010, ese número había caído más de 10 por ciento hasta 23.3 por ciento. Durante la segunda etapa, entre 1.8 y 3.7 por ciento de los aplicantes fueron aprobados, mientras que en la subsecuente audiencia con el ALJ, el número de aprobaciones oscilaba entre 12 y 16 por ciento, sin incluir 2010 o 2011, ya que algunas aplicaciones de esos años todavía estaban pendientes.
Por otro lado, las negaciones médicas disminuyeron durante el mismo periodo de tiempo – de 33.3 por ciento a 23.7 por ciento – mientras que las negaciones técnicas saltaron de 12.3 por ciento a 33 por ciento. Para diciembre de 2011, el ingreso promedio de seguro social era de $1,237.60 para hombres y de $971.50 para mujeres.